Supongo que nos es fortuito que entre la oferta académica escaseen las opciones acerca del mundo del textil, al final todo aquello relacionado con el asunto de las telas y las agujas ha sido feminizado y lo femenino no era, hasta hace muy poco, un tema que interesara a la academia.
Lo textil pertenece, en el imaginario colectivo, al ámbito de lo privado, sito al que se ha reducido históricamente a las mujeres y durante muchos años se decidió que las mujeres no tenían derecho a tener voz propia, que tenían que ser otros los que hablaran por ellas. Pero todos tenemos voz, incluso aquellos a quienes han violentado para silenciar (porque silenciar es violentar).
Si nos fijamos bien, podemos encontrar que la voz de muchas mujeres (y de algunos hombres) ha estado plasmada en los lienzos y retazos de tela a lo largo de la historia, usando la aguja como pluma o como arma de batalla, tal vez, nos la encontramos en los quilts estadounidenses, en las arpilleras chilenas, en los sashikos japoneses y en el Tenango mexicano, por mencionar unos pocos ejemplos, porque parte de la lucha de las sufragistas fue vía el bordado y porque hoy en día existen en distintas partes del mundo colectivas que luchan a través del textil.
Cuando bordamos nunca estamos solas porque con cada puntada conjuramos a nuestras madres, abuelas, amigas y maestras, a nosotras mismas y a nuestra propia voz.
Por eso, la aguja no sólo ha sido compañera de muchas cuando no encontramos nuestro camino, sino que es también la espada con la que nos enfrentamos a este mundo que nos dice a gritos que no cabemos en él, que nos hagamos más chicas, recordemos que, para los mexicas, Tlazolteotl era la deidad del tejido, pero también es guerrera.
Sobra decir entonces, que, la maestría de Bordado aplicado a las Artes y al Diseño no se trata de aprender a bordar, si bien hay algo de ello en el programa, sino de que las alumnas encuentren (o reafirmen) su propia voz y con ella, su lugar en el mundo.
Aprender a bordar está al alcance de todas las personas. Encontrar el espíritu de cada uno es una tarea mucho más difícil, pero la práctica del bordado crea esa atmósfera necesaria para la introspección y la Paz. Todo ese conjunto da la energía para reivindicar tu presencia en el mundo y poder hacerlo un lugar mejor para todos
¡Qué artículo tan enriquecedor! Gracias por brindarnos este hermoso espacio de conocimiento, arte y trabajo interno <3
El comentario final acerca de quienes estudiamos BAAD es muy cierto. Cuando escuché a Gimena hablar sobre qué es BAAD precisamente es lo que me enganchó, encontrar mi voz y en este intento estoy... y para mi sorpresa en cada clase voy descubriendo a la Martha Eugenia que quiere, busca y esta encontrando una voz para bordar la vida!
Que hermoso. Me conmovió. No sabía de la Diosa del tejido y guerrera. Gracias!
Qué bonito escrito , reconocer nuestra esencia a través de nuestra historia , lindo