Este es un proyecto sobre memoria e identidad, la nostalgia al lugar,la transformación del lenguaje, del yo, y del espacio después de la ausencia y espera. A través del hilo y la aguja quiero bordar la reflexión de estos conceptos que están inspirados en mi historia personal. Cartografiar es asignarle un hilo, una puntada y color a cada espacio de mi, yo como hogar una emoción propia, un lenguaje, un color y una superficie única para su expresión: un objeto cotidiano, así una silla no es solo una silla, es una ausencia y una espera por lo tanto una emoción atravesada por la fibra, el verde no es solo un color, sino una conexión bordada a la calidez del hogar y el azul el color de transformación, es un mapeo de un lugar
íntimo que se ha ido creando desde el bordado. El hilo se encuentra con la superficie para crear una puntada con lenguaje propio, lleno de particularidades e historia.
Bordar para mi es un ejercicio de autocuidado y reflexión, de reconexión a mi pasado, mi lado femenino, es un gesto de examinación íntima desde mi yo presente a mi yo pasado, para encontrar vacíos que necesitan de atención y cuidado: es decir, necesitan ser bordados.
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